viernes, 10 de agosto de 2012

Que si tu no vienes, entonces yo voy te lo aseguro.


                                         {{{Eres como el viento, no estás pero te siento}}}


jueves, 12 de julio de 2012

Los pequeños detalles ...

El otro día mientras daba uno de mis paseos matutinos, me encontré con un anciano en el banco del parque. Un señor quizás un poco recio a hablar con desconocidos, pero a mi me llamaba la atención. Podría estar hablando con los demás mayores en la puerta de la iglesia, pero no, él se había apartado y como agotado se sentó en el banco. Lo observe durante varios minutos, incluso llegué a pasar por allí más días. Nunca lo vi hablando con nadie, siempre tan bien sentado en el banco, observando el paso del tiempo, de la gente, quizás de la vida. Un día dispuesta a entablar una conversación con él me senté a su lado y casi como si formase parte de mi, lo miré y el me ignoró. Pensé quizás que era sordo, o mudo, o las dos cosas. Pero no, el no era nada de eso. Le di vueltas y vueltas, alomejor era que yo no le gustaba, o que era un viejo cascarrabias, pero no quise ponerle etiquetas, y tras varios minutos de silencio, él tosió. Pensé que era una buena oportunidad para comenzar una frase, o que me quería echar y no sabía como, así que me levanté y me fui en silencio. Tras andar unos pasos el viejo me gritó - Joven, ... Yo ilusionada lo miré fugazmente y él continuó -... se ha dejado usted aquí la chaqueta. Todas las esperanzas se me vinieron a bajo, y yo caminé hacia el banco y cogí mi chaqueta. El señor sacó de su bolsillo, un reloj y mirándome directamente a la mano sin mover ni siquiera un musculo me la cogió y me lo puso diciendo: -Últimamente andas un poco despistada, tanto que no sabes ni que hora es, ni siquiera sabes que vas a llegar tarde, y que aquel chico de la camiseta azul, lleva una semana entera mirándote, ni que la señora que va con él es su madre, y que tiene pensado pedirte una cita para esta noche, ni que no te va a dar tiempo de arreglarte... me gustaría seguir hablando contigo pero adelantate a todos esos acontecimientos y ponte guapa, lo mejor que tengas.. Después de una semana, yendo al parque no me había dado cuenta de todos esos detalles. Pero él, él si que lo había hecho. No sabía que responderle, me había quedado atónita mirándolo. + Y usted, ¿cómo sabe todo eso?. - No importa lo que yo se, corre prepárate no pierdas esta oportunidad, ni ninguna, vive cada día como si lo supieses todo de todos, sin consecuencias, sin amarres, se libre, pero siempre disfruta de cada momento. Y el anciano se levantó y se marchó sin decir nada más. Volví varios días para intentar buscarle una explicación a sus palabras y porque me las había dedicado a mi, pero permanecía en silencio observando, fijándose en los pequeño detalles.

martes, 12 de junio de 2012

Mamá.

Tras nueve meses de espera, y una larga noche de hospital entre el calor del mes de Agosto, ella con muchísimo amor y esfuerzo, y apoyo de papá, supo salir adelante. Durante la infancia, hizo todo lo necesario para que yo fuese como soy ahora. Normas, quizás estrictas pero muy útiles ahora mismo. Canciones, que me rompen el alma cuando las escucho de su voz, de su dulce y delicada voz, capaz de mecer a cualquier mosca que pase por delante. Abrazos que llenan el alma, y besos que te hacen tocar el cielo. Gracias a ella no me he convertido, bueno, nos hemos convertido en unas personas estupendas. Es tan especial, lo más especial de mi vida sin duda alguna. Cuando enfermo y me cuida. Cuando lloro, y me seca las lágrimas. Cuando me acuesto con ella, y me acaricia la cara hasta que me quede dormida. Cuando recordamos lo bien que nos lo pasábamos cuando eramos pequeñas mi hermana y yo. Se le llena la boca de orgullo cuando habla de nosotras, y eso me encanta. Y en las noches en las que se iba la luz jugábamos sin parar, para que no tuviésemos miedo. ¿Miedo?, si estoy con ellos nunca lo tengo. Lo tienen todo bajo control, no se les escapa ni el mínimo detalle. Son tan perfectos... Me encanta cuando estoy con ella a solas, y hablamos durante mucho tiempo como si no se moviese el reloj. Siempre ha estado, está y estará con nosotras. Es una gran persona dentro de un pequeño cuerpo, y con eso se parece a mi. Se le saltan las lágrimas cuando le hablan maravillas de nosotras, y siente que todo el trabajo que ha hecho, se le ve recompensado en esas palabras.
Mamá, muchas gracias.
Te quiero.

miércoles, 6 de junio de 2012

Si cien veces tropiezas, cien levantas la frente...

1. Ser sincero con mamá, a las mujeres no se les da, que nunca está demás un beso, un abrazo, a la que tanto tiempo tu cuerpo sostuvo entre sus brazos.
2. Nunca traicionar a un amigo. Recuerda que amigo no es todo el que se acerca, ¿amistad?, una palabra enferma.
3. Luchar por lo que quieres, decir [yo voy pa' lante cueste lo que cueste].
4. Dejar tu honor intacto.
5. Perdonar a los que hablan mal de ti, pobres.
6. Saber que en la vida hay una entrada y una salida.
7. No dejar la escuela.
8. Clavar en la pared un clavo y cada vez que a alguien le faltes el respeto, después cuando te disculpes, sácalos y verás que lamentablemente siempre quedan huecos.
9. Ser un hombre bueno.
10. Papá siempre te querrá, su cuerpo se irá, pero su alma nunca te abandonará.

miércoles, 18 de abril de 2012

Tan oscuro, tan claro ..

Era tan extraño... Como si de la vida real se tratase, me acariciaba el pelo, y me secaba las lagrimas, me mecía entre sus piernas. Simplemente que me recorriese la espalda con la yema de su dedo me hacía estremecer y el olor de su cuerpo me envolvía y desenvolvía con tal facilidad, que la cabeza me daba vueltas. Estaba allí, conmigo tranquilizándome. Adentrada en una ráfaga de escalofríos mi cuerpo iba quedando inmóvil, y mis parpados iban al compás de la música de la radio, que siempre nos había acompañado en esos momentos. Solo podía oír como sus palabras hacían un recorrido por mi oído y como si de una carrera se tratase salían repentinamente dejándome con la intriga del final de cada una de ellas. Era desesperante, como me trataba, como era cuando estaba allí conmigo, y sin embargo allí no había nadie. Estaba sola, sola yo y mis ideas, pensamientos e ilusiones, jugueteando en la noche a las adivinanzas. Y esa noche no logré saber quien era, aquel que mecía entre sus piernas, ese que me apartaba el pelo y me acariciaba como si fuese un pedacito de cristal, frágil y chiquito que al mínimo roce con el suelo se rompería. No lo conseguí, y entre el bailoteo de mis parpados, entreví como la oscuridad se apoderaba de mi cuerpo, y me sumergía en un profundo sueño del cual no consigo recordar nada.

lunes, 12 de marzo de 2012

Azúcar más agua.

Enciende la luz para que veas mis defectos, si no la apagas, para mi eres perfecto.


J.R.B.

sábado, 10 de marzo de 2012

¿ Y como harás por la noche ?

No querer algo y terminar haciéndolo.

Prefirió mirarlo desde fuera. No quiso preguntarle su nombre, ni cuantos años tenía. Prefería mirarlo desde el mismo cristal que los separaba todos los días, sin saber nada el uno del otro. Se querían, quizás se amaban, pero solo de cruzarse en la calle, o en el tren, no había nada más entre ellos solo, amor y miradas. Ella prefería contemplarlo todos los días sentada desde su sillón de piel, mientras leía el País. Todas las mañanas mientras desayunaba mirando por la ventana, con la televisión encendida. Millones de muertes, accidentes de tráfico, gripes... pero para ella no había nada ni nadie más importante que el chico de la ventana. Un chico alto, con el pelo castaño y los ojos marrones claros. Vivían tan solo a tres pasos, pero ella lo quería desde su ventana. Un día en el tren se sentó a su lado, y ella se levantó y se bajó en la primera parada que hizo el tren, no quería saber nada de él. Solo quería mirarlo desde la ventana. Lo amaba, pero prefería quererlo desde lejos, sabía que lo de ellos nunca llegaría a nada, a nada más que el cortejo que llevaban acabo desde sus pisos. Cada uno por su lado pero amándose en silencio. El siempre intentaba acercarse a ella, entablar una conversación, pero ella huía despavorida, no quería. El día de su cumpleaños, le llego una carta en su interior había un mensaje que le encantó pues nada más terminar de leerla corrió hacia la ventana. Y allí estaba él con una tarta de cumpleaños. Cogió su abrigo, cruzó la calle, subió todos los escalones necesarios para llegar a segundo piso toco en la puerta, y nada más abrir la puerta, lo besó.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Missu no es Mivi, ojalá Mivi fuese Missu.

- He vuelto- dije cuando entré por la puerta.
Nadie contestaba, pero supe que no estaba sola, en mi casa de Missu, nunca lo he estado. Cerré la puerta despacito, y de pronto un olor a café me avisaba de que mamá, de que mi mamá de Missu, me espera en la mesa de la cocina, con el café de por la tarde. Es un café tan especial... es igual que el de Mivi, tan bueno, y tan ... tan como mamá lo sabe hacer. Dejé las cosas en el pasillo y fui con paso ligero a abrazarla, y no me equivocaba, no, allí estaba con su sonrisa.
- Ya has vuelto hija.
Sin soltarme ni un segundo me tocaba el pelo, me besaba, reíamos, hablábamos. Me miraba tan fijamente que dudaba de si era ella o era la mamá de Mivi, aunque al fin y al cabo para mi son iguales. Ya habían pasado dos horas, después de mi llegada y tan cansada como de costumbre al volver, recogí las cosas del pasillo y subí las escaleras agotada, con desgana. Después de una eterna subida llegué por fin a mi habitación y cómo no, él seguía en mi escritorio, Glu, mi pez de colores, tan bonito como siempre, parecía alegrarse de mi llegada, y al abrir las ventanas vi a Pichí a lo lejos. En Missu es todo tan especial, que me gustaría vivir para siempre allí.
Tras una larga siesta con mami, me levante con ganas de leer, de leer uno de mis libros. Me puse de camino al jardín, y entre mis piernas sentí como una cabeza grande y peluda me impedía el paso, era Rolo. Hasta que no pasé con el un buen rato no paró. Llegué por fin a mi pequeña, pero acogedora terraza de jardín donde el sol despidiéndose, me obligaba a encender la luz. Abrí con cuidado la tapa de mi libro, del que yo había escrito y que ahora me iba a poner a leer como de costumbre, como he hecho con todos los demás. Con la vista ya cansada, después de un par de páginas, decidí cerrar el libro y entrar en casa, en mi casa de Missu, que es muy parecida a la casa de Mivi, solo que con algunos cambios. Nada más abrir la puerta me encontré con papá, que me abrazó tan fuerte que me levanto del suelo, me dio un beso y con una sonrisa me preguntaba que que tal el viaje y que tal todo. Empecé a hablar sobre mi vida en Francia, en lo que tanto me gustaba sentarme en uno de esos bancos que tengo enfrente de casa con mi libreta de escribir y apuntar todo lo que se me viene a la cabeza. Papá sorprendido por todo lo que yo contaba, me prometió hablar con mamá para irse un par de días para allá a conocer mi lugar de trabajo. Y mamá cómo no, le contesto que por supuesto que querían conocer Francia, mi Francia.
Porque en Missu todo es posible.

lunes, 20 de febrero de 2012

Son sueños ...

Creeré que no es otras de las tuyas, que ahora es de verdad. Creeré que lo malo, será bueno, y lo bueno, mejor. Creeré que las lagrimas serán sonrisas, y las sonrisas ilusiones. Creeré que lo que sueñe se hará realidad, y que la realidad no sea un sueño. Creeré que dormir quita el sueño, pero el sueño, no quita que no queramos dormir. Creeré que los domingos son de fiesta, y que todas las fiestas no son los domingos. Creeré que la lluvia se convertira en sol, y que el solo no se convertirá en lluvia. Creeré que después de morir hay algo más, y que el algo más no sea morir. Creeré en las noches acompañada, y que las compañias no sean siempre noches. Creeré en que los olores desagradables, le quiten el des- a -agradables, y que lo agradables sean lo mejores. Creeré que respirar me da la vida, y que la vida es respirar. Creeré en el amor a primera vista, pero que la vista no siempre sea aliado del amor. Creeré que las luces del cielo son estrellas, y que las estrellas son luces del cielo. Creeré en que las hadas existen, y que la existencia las llevan a cabo las hadas. Creeré en los besos y los abrazos, pero no me creeré todos los besos y abrazos. Creeré en cerrar los ojos y dormir,y en dormir sin cerrar lo ojos.

jueves, 9 de febrero de 2012

Aum.


GRACIAS. 
Por ser así como tu eres, por hacer siempre lo que quieres. Por los consejos que me das, por no quererme un poco más, y por todas esas cosas que no podemos contar. Me pegaría horas y horas alabandote, a ti y todos los tuyos. Me pegaría horas explicándote todo lo especial que eres para mí, y todo lo especial que eres tú, como persona. Y se que no volveré a ser lo que fui para ti una vez, pero sigues siendo el mismo, no has cambiado nada de ti, con respecto a mi. Quizás debería darte millones de gracias por cada momento que me has hecho reír cuando me moría de ganas de llorar, por abrazarme con tanta energía, por tus besos, por tus mimos, por todo lo que has hecho por mi. Arriesgué mal, y de errores se aprende, y creo que mi error fue el mejor, tenerte como te tengo ahora es lo mejor que me ha podido pasar. Puedes contar conmigo para lo que sea, te debo muchas cosas. Y que sepas que eres el mejor. 

miércoles, 8 de febrero de 2012

Mi hada.

Tengo un hada en mi casa, la encontré en los canalones chorreantes de un tejado, con sus alas quemadas.Era  por la mañana y olía a café. Todo a mi alrededor estaba cubierto de escarcha, y ella se escondía bajo un libro, la luna acabó borracha Ella debe saber bien que no puede ... que nunca más podrá volar. 
La encontré replegada debajo de sus alas, y pensé que quizás tendría frío. Ve la 
televisión desde los estantes de mi habitación, y piensa que fuera está la  guerra. Lee el periódico, pero se queda en casa, mirando por la ventana contando las horas... Cuando almuerza hace un ruidito con sus alas asadas, y se que está alterada. Pero yo, prefiero besarla, o tenerla entre mis dedos. Se enfada porque quiere volar, pero sabe bien que no puede.

lunes, 6 de febrero de 2012

Rolo


Tiene unos ojos negros enormes, brillantes, preciosos. Su pelo, rubio, brillante, liso, similar a un campo de espigas a lo lejos, que se mueven de un lado para el otro con la brisa. Tiene una mirada enamoradiza, tristona, callada, avergonzada, fiera...Es tan especial que solo él sabe todo sobre mi. Lo único que no puede hacer es hablar, pero incluso sin hacerlo, dice mucho más que cualquiera.Cuando reclama mi atención me empuja y me zarandea, hasta que yo le acaricie el pelo, y con un¡Ay mi niño!, me despido. Pero el quiere más y me sigue, pachorriento, lento, casi con desgana. Cuando me voy mucho rato, y vuelvo, si no lo acaricio se enfada, y me da con la cabeza entre las piernas, como queriendo que me caiga. Hay tardes en las que el sol, es su único compañero y yo lo miro desde la ventana, y él al sentirse observado me lanza una mirada de las suyas, y yo caigo rendida a sus pies, y como inotizada salgo al patio y me siento junto a él, me muestra su confortable pecho para que lo acaricie, y yo sin dudarlo ni un segundo lo hago. Es la alegría de mi casa, el compañero de todos y cada uno de los miembros de mi hogar. Porque sin dudarlo ni un segundo es como un hermano, como un hermano mudo, que callando habla mucho.

domingo, 5 de febrero de 2012

sábado, 4 de febrero de 2012

Tiempo.

Es verdad que a veces soy un poco egoísta, y que pido más de lo que yo puedo dar, o quizás más de lo que merezca. Aunque si me guiase por los que me quieren de verdad, lo que me merezca y lo que tenga nunca llegará a ser del todo proporcional. Es cierto que me paso noches en vela, pensando en si todo esto merece la pena de verdad, en si de verdad estoy escribiendo para que alguien lea, o para mi, pienso muchas noches que quizás esto no sea real. Hay veces que pienso que es todo un sueño y que algún día un gigante enorme despertará, abrirá los ojos y todo se acabará. Que somos fruto de la imaginación de un ser superior a nosotros. Un ser que llora, y consigo se lleva a la gente que queremos. Un ser que ríe y aflora la felicidad. Un ser que nos maneja como marionetas de una obra de teatro en la cual el final solo lo saben los protagonistas, un final que siempre tiene dos finales. La muerte, o las perdices. Pero parece ser que el gigante se ha quedado dormido y que llevamos un tiempo de ventaja, en donde algunos de los personajes ya se saben el final, y otros buscan un final alternativo. Pero lo mejor de todo es que cada cabezadita que da ese gigante es un paso más para nosotros, es un paso más para darnos cuenta de que todo esto algún día acabará y que yo no seré escritora, ni periodista, ni que tu serás lector,ni profesor. Algún día el gigante morirá, y nosotros con el, porque el tiempo avanza muy rápido y él es muy lento. Y con esto no quiero decir que lo demos por perdido que no sigamos ayudando a ese gigante con su lucha contra reloj. Con esto a lo que quiero referirme es que por mucho que algo vaya a terminar tendrás que disfrutarlo hasta el final, hasta que nuestro querido gigante vaya agotando las pilas de su enorme corazón, y no se por qué, pero se me acelera el pulso, quizás yo sea es gigante, o quizás lo seas tu. Quizás ni siquiera estás leyendo esto, o alomejor ni siquiera esto me está saliendo como yo quería, pero me he vuelto loca. Los dedos son los que me guían, no pienso, ni hablo, solo escribo, me obsesiono por terminar, pero por terminar bien. Porque yo de verdad no soy egoísta, pero pido más del lo que puedo dar.