lunes, 20 de febrero de 2012

Son sueños ...

Creeré que no es otras de las tuyas, que ahora es de verdad. Creeré que lo malo, será bueno, y lo bueno, mejor. Creeré que las lagrimas serán sonrisas, y las sonrisas ilusiones. Creeré que lo que sueñe se hará realidad, y que la realidad no sea un sueño. Creeré que dormir quita el sueño, pero el sueño, no quita que no queramos dormir. Creeré que los domingos son de fiesta, y que todas las fiestas no son los domingos. Creeré que la lluvia se convertira en sol, y que el solo no se convertirá en lluvia. Creeré que después de morir hay algo más, y que el algo más no sea morir. Creeré en las noches acompañada, y que las compañias no sean siempre noches. Creeré en que los olores desagradables, le quiten el des- a -agradables, y que lo agradables sean lo mejores. Creeré que respirar me da la vida, y que la vida es respirar. Creeré en el amor a primera vista, pero que la vista no siempre sea aliado del amor. Creeré que las luces del cielo son estrellas, y que las estrellas son luces del cielo. Creeré en que las hadas existen, y que la existencia las llevan a cabo las hadas. Creeré en los besos y los abrazos, pero no me creeré todos los besos y abrazos. Creeré en cerrar los ojos y dormir,y en dormir sin cerrar lo ojos.

jueves, 9 de febrero de 2012

Aum.


GRACIAS. 
Por ser así como tu eres, por hacer siempre lo que quieres. Por los consejos que me das, por no quererme un poco más, y por todas esas cosas que no podemos contar. Me pegaría horas y horas alabandote, a ti y todos los tuyos. Me pegaría horas explicándote todo lo especial que eres para mí, y todo lo especial que eres tú, como persona. Y se que no volveré a ser lo que fui para ti una vez, pero sigues siendo el mismo, no has cambiado nada de ti, con respecto a mi. Quizás debería darte millones de gracias por cada momento que me has hecho reír cuando me moría de ganas de llorar, por abrazarme con tanta energía, por tus besos, por tus mimos, por todo lo que has hecho por mi. Arriesgué mal, y de errores se aprende, y creo que mi error fue el mejor, tenerte como te tengo ahora es lo mejor que me ha podido pasar. Puedes contar conmigo para lo que sea, te debo muchas cosas. Y que sepas que eres el mejor. 

miércoles, 8 de febrero de 2012

Mi hada.

Tengo un hada en mi casa, la encontré en los canalones chorreantes de un tejado, con sus alas quemadas.Era  por la mañana y olía a café. Todo a mi alrededor estaba cubierto de escarcha, y ella se escondía bajo un libro, la luna acabó borracha Ella debe saber bien que no puede ... que nunca más podrá volar. 
La encontré replegada debajo de sus alas, y pensé que quizás tendría frío. Ve la 
televisión desde los estantes de mi habitación, y piensa que fuera está la  guerra. Lee el periódico, pero se queda en casa, mirando por la ventana contando las horas... Cuando almuerza hace un ruidito con sus alas asadas, y se que está alterada. Pero yo, prefiero besarla, o tenerla entre mis dedos. Se enfada porque quiere volar, pero sabe bien que no puede.

lunes, 6 de febrero de 2012

Rolo


Tiene unos ojos negros enormes, brillantes, preciosos. Su pelo, rubio, brillante, liso, similar a un campo de espigas a lo lejos, que se mueven de un lado para el otro con la brisa. Tiene una mirada enamoradiza, tristona, callada, avergonzada, fiera...Es tan especial que solo él sabe todo sobre mi. Lo único que no puede hacer es hablar, pero incluso sin hacerlo, dice mucho más que cualquiera.Cuando reclama mi atención me empuja y me zarandea, hasta que yo le acaricie el pelo, y con un¡Ay mi niño!, me despido. Pero el quiere más y me sigue, pachorriento, lento, casi con desgana. Cuando me voy mucho rato, y vuelvo, si no lo acaricio se enfada, y me da con la cabeza entre las piernas, como queriendo que me caiga. Hay tardes en las que el sol, es su único compañero y yo lo miro desde la ventana, y él al sentirse observado me lanza una mirada de las suyas, y yo caigo rendida a sus pies, y como inotizada salgo al patio y me siento junto a él, me muestra su confortable pecho para que lo acaricie, y yo sin dudarlo ni un segundo lo hago. Es la alegría de mi casa, el compañero de todos y cada uno de los miembros de mi hogar. Porque sin dudarlo ni un segundo es como un hermano, como un hermano mudo, que callando habla mucho.

domingo, 5 de febrero de 2012

sábado, 4 de febrero de 2012

Tiempo.

Es verdad que a veces soy un poco egoísta, y que pido más de lo que yo puedo dar, o quizás más de lo que merezca. Aunque si me guiase por los que me quieren de verdad, lo que me merezca y lo que tenga nunca llegará a ser del todo proporcional. Es cierto que me paso noches en vela, pensando en si todo esto merece la pena de verdad, en si de verdad estoy escribiendo para que alguien lea, o para mi, pienso muchas noches que quizás esto no sea real. Hay veces que pienso que es todo un sueño y que algún día un gigante enorme despertará, abrirá los ojos y todo se acabará. Que somos fruto de la imaginación de un ser superior a nosotros. Un ser que llora, y consigo se lleva a la gente que queremos. Un ser que ríe y aflora la felicidad. Un ser que nos maneja como marionetas de una obra de teatro en la cual el final solo lo saben los protagonistas, un final que siempre tiene dos finales. La muerte, o las perdices. Pero parece ser que el gigante se ha quedado dormido y que llevamos un tiempo de ventaja, en donde algunos de los personajes ya se saben el final, y otros buscan un final alternativo. Pero lo mejor de todo es que cada cabezadita que da ese gigante es un paso más para nosotros, es un paso más para darnos cuenta de que todo esto algún día acabará y que yo no seré escritora, ni periodista, ni que tu serás lector,ni profesor. Algún día el gigante morirá, y nosotros con el, porque el tiempo avanza muy rápido y él es muy lento. Y con esto no quiero decir que lo demos por perdido que no sigamos ayudando a ese gigante con su lucha contra reloj. Con esto a lo que quiero referirme es que por mucho que algo vaya a terminar tendrás que disfrutarlo hasta el final, hasta que nuestro querido gigante vaya agotando las pilas de su enorme corazón, y no se por qué, pero se me acelera el pulso, quizás yo sea es gigante, o quizás lo seas tu. Quizás ni siquiera estás leyendo esto, o alomejor ni siquiera esto me está saliendo como yo quería, pero me he vuelto loca. Los dedos son los que me guían, no pienso, ni hablo, solo escribo, me obsesiono por terminar, pero por terminar bien. Porque yo de verdad no soy egoísta, pero pido más del lo que puedo dar.